miércoles, 9 de mayo de 2012

Lección #2: No estamos para juzgar, estamos para ayudar.


Esta lección la comenzé a aprender desde mis primeros días de clases, cuando nos explicaban que no podíamos juzgar a las familias ya que todas funcionaban de manera diferente. Nos decían que es díficil imaginarse  las circunstancias de una familia al menos que vivias dentro de ella. Sin embargo, no fue hasta hace poco que escuche esta lección resumida en la frase: no estamos para juzgar, estamos para ayudar. Esta lección fue más impactante para mi durante la clase de Aprendizaje Activo, cuando nos dieron un caso sobre violencia doméstica. Yo era de las que no entendía como una mujer podía soportar estar con un hombre violento. No entendía ¿porqué "se dejaban" maltratar así?, ¿porqué no simplemente desde un principio lo pararon?, ¿porqué no se fueron?. En ese último trabajo del semestre pasado nos presentaron una serie de vídeos titulada: "4 vidas" en la que vimos distintos casos de violencia domestica. Uno que me sorprendió mucho fue entre personas mayores, en el que el esposo de una señora la maltrataba haciéndole daño a los pajaritos que tanto ella quería.


Siempre imaginé que sería difícil salir del ciclo de violencia una vez estabas dentro, pero no fue hasta que me introduje en esas 4 vidas que pude entender las razones específicas por las que salir no parece ser una opción. Si ahora mismo yo me encontrara en una situación así, no se si tendría la valentía de escapar. Retirarse significa dejarlo y arriesgarlo todo, estar a la incertidumbre pensando que te buscará para matarte,  sabiendo que la orden de protección es solo un papel y no una muralla. Sin mencionar qué pasará con los hijos, si de la  rabia los matará también, o si se los llevará y no te dejará verlos jamás, Escapar significa empezar de cero, no saber a donde ir, significa ser libre, pero con una autoestima por el suelo y sin ninguna destreza productiva aparente.

Nunca pensé lo mucho que podía hacer TO por estas mujeres maltratadas. Pensaba que mi rol terminaba en identificar las situaciones e informar a las autoridades. Pero me alegro de que podamos hacer mucho más que eso; como ayudarlas a preparar un plan de escape, a desarrollar las destrezas para lograr ser económicamente independientes, manejo de dinero, del hogar,crianza de los hijos, entre otras cosas.
 
Pienso que siempre como seres humanos, nuestra cabeza estará dando vueltas y llegando conclusiones apresuradas.  Pero también creo que es posible ir acostumbrándose a pensar como dicen en mi pueblo: "nadie sabe lo que hay dentro de la olla, más que la cuchara que la menea". Solo así, podremos aprender a admirar la valentía y resiliencia de las personas y estar siempre listos para ayudar en lugar de juzgar.

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